El artista Claudio Bravo (Chile, 1936 – Marruecos, 2011) es reconocido por su trabajo pictórico de extremo realismo. Dentro del género de la naturaleza muerta, desarrolló representaciones de vegetales, flores, cráneos de animales y empaques de tela, papel y amplios cortinajes. Sus pinturas hiperrealistas se creaban tomando como modelo los propios seres y objetos, nunca las fotografías de estos elementos. Bravo consideraba que su gran reto como artista era lograr componer una pintura realista contemporánea. Sus representaciones de lienzos empaquetados ―cubiertos por papeles arrugados y atados con un cordel― fueron presentados en importantes exposiciones internacionales como la Documenta 5 en Kassel (1972) y la 52a Bienal de Venecia (2007). Se trata de obras que siguen la tradición de la pintura barroca europea y, al mismo tiempo, establecen vínculos con movimientos del siglo XX como el pop art y el color field.
Dentro de la serie de trabajos que dedica al estudio de formas y texturas, se encuentran un grupo de seis litografías que son parte de la colección del MAC Lima. Estas obras representan cortinas que parecen cubrir un horizonte y que, como sus pinturas empaquetadas, esconden una posible imagen. Cada una de las piezas de esta serie lleva por título el nombre de un personaje mitológico clásico ―Vesta, Flora, Venus, Neptuno, Ceres y Eros― y los colores elegidos para cada composición parecen aludir, de manera evidente, a las características de estos personajes ―Neptuno, divinidad del mar, en un intenso color azul turquesa o Ceres, divinidad de la cosecha, en el dorado de los campos de trigo―. En estos grabados, Bravo reúne imágenes de objetos cotidianos contemporáneos como las cortinas, junto a temáticas de larga tradición de representación en la historia del arte.