Las historias que creamos sobre las experiencias que vivimos contribuyen en la comprensión de nuestras existencias como trayectorias, cuyo sentido se encuentra en constante cambio y se define en retrospectiva. Los encuentros diarios y las acciones cotidianas repetitivas parecen no tener mayor repercusión en estas narraciones, pero al acumularse alteran sin duda las maneras de enunciar nuestros relatos. Un homenaje o un premio, los viajes o los intercambios significativos y enriquecedores son establecidos como puntos de inflexión que desencadenan nuevos cursos de vida. En el camino de construcción de esta exposición he conversado con los artistas sobre una experiencia de sus vidas en particular: su participación en el concurso Pasaporte para un artista. Muchos de los diálogos propiciaron una mirada hacia atrás ―la expresión de un balance personal sobre el pasado― pero con la intención de enfocarnos en cómo este había contribuido en sus historias del presente.
Esta exposición reúne un grupo de obras llevadas a cabo por quienes fueron ganadores del primer y segundo premio de Pasaporte para un Artista entre los años de 1998 y 2009, y forma parte de las actividades por el 25 Aniversario de este concurso. Como parte del reconocimiento, en su momento, cada uno de estos artistas tuvo la posibilidad de viajar a París. El premio propició intercambios en nuevos contextos e indagaciones mayores en sus propuestas personales. Décadas más tarde, algunos de ellos todavía viven en Lima y otros han emigrado a diferentes partes del mundo. Varios de ellos continúan desarrollando proyectos artísticos y otros han encontrado nuevos espacios de trabajo y creación. Esta muestra reúne obras producidas en los últimos años que dan cuenta del lugar en donde se encuentran las investigaciones de estos artistas, los temas que han tratado y las transformaciones que han atravesado sus prácticas.
Algunas de las obras que son parte de la exposición surgen a partir de reflexiones sobre cómo los sujetos contemporáneos comprenden el vínculo con los espacios que habitan. Las relaciones con estos territorios y con los símbolos y la memoria que volcamos sobre ellos están presentes en varios de los proyectos. Además, un grupo de las propuestas establece un diálogo con referentes europeos e intervienen archivos o espacios institucionales. Al tratarse de una exhibición que mira veinticinco años hacia el pasado y, al mismo tiempo, evidencia indagaciones en el presente, hay varias obras que analizan las relaciones con el tiempo, los discursos históricos, el modo en que se crean las narraciones humanas de vida, las mitologías y la ritualidad contemporánea. Asimismo, se expresan afirmaciones sobre la forma en que se construyen las identidades, sobre los discursos de género y los cuestionamientos actuales a los roles impuestos. Finalmente, hay obras que son reinterpretaciones de algunas de las propuestas premiadas hace algunas décadas, nuevas versiones que invitan a pensarlas en retrospectiva, con la distancia que se establece desde los itinerarios de vida hoy.
Giuliana Vidarte
Imagen: Maya Watanabe, ‘Stasis’ (2018), videoinstalación de un solo canal.