De Voz a Voz Perú #17
#DeVozAVozPerú es un proyecto desarrollado entre el Museo de Arte Contemporáneo – Lima y Diario El Comercio, con el auspicio de Movistar, que llega gracias a la inicitiva del Museo de Arte Moderno de Bogotá – MAMBO. Durante 21 semanas artistas peruanos de distintas generaciones, estilos y procedencias presentarán una obra de colección. Así, a mediados de abril del presente año, cuando las condiciones lo permitan, las obras serán expuestas en el MAC Lima.
OBRA #17: Gerardo Chávez, ‘El otro Ekeko‘ (1991), tierra natural y carbón vegetal sobre tela de yute, 450 x 440 cm.
A inicios de la década de 1990, Gerardo Chávez creó una obra llamada “El otro Ekeko”, pintada con barro, cola y otros elementos, sobre yute, y basada en ese personaje que en el mundo andino simboliza la buena suerte y la abundancia.
“A mí siempre me sedujo trabajar con los materiales que encontraba en la naturaleza —cuenta— y con ellos decidí crear un personaje a partir de ese ekeko que veía en el aeropuerto, cada vez que salía o venía a Lima, y que parecía que me miraba y fastidiaba como un duende”, sonríe Chávez. “Como me dijo un investigador, era una especie de Papá Noel en el mundo andino, donde repartía semillas y cosas a los agricultores. A mí me pareció un personaje mitológico, muy tierno y generoso, y decidí hacerlo como un gigante en un telar de yute de cuatro metros y medio y le puse carritos, juguetes y personajes míos, salidos de mis obras”, añade.
Chávez ha decidido presentar esta obra al proyecto De Voz a Voz Perú como un símbolo de buen augurio frente a la tragedia que vivimos actualmente.
“Tiene mucho que ver con lo que estamos viviendo ahora, ese tratar de seguir adelante a pesar de todo, este personaje de la abundancia nos va a dar ese impulso para seguir viviendo y construyendo cosas para el bien del hombre. Con esta epidemia, se ha creado también una atmósfera de silencio frente a ese mundo agitado, decadente; y si por un lado hay mucha tristeza, muchos hogares abandonados; por otro, este tiempo me ha dado un espacio como artista para buscar sacar algo bueno de lo malo, un espacio que me deja tiempo para pensar, pintar sin las exigencias de exposiciones o agendas. Me ha traído mucha paz no solo interna, sino en torno a las cosas que debo hacer y pensar”, reflexiona el artista.
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